Descripción:
En el artículo se parte de la afirmación que la homosexualidad no es una enfermedad y se hace una revisión de los errores de conceptos que han persistido en relación con ideas que plantean lo contrario o que la consideran una aberración, una perversión o un pecado. Se explica lo que es un patrón sexual y que éste es producto de la formación en el individuo. Concluye que es necesario establecer programas de educación sexual desde edades tempranas y para padres de familia.